Después de varios meses solicitándolo por escrito, ni el Ministro de Sanidad, ni la Ministra de Igualdad quieren recibirlos, a pesar de la incomparable labor que la Federación realiza desde hace 27 años con las mujeres embarazadas.
La Federación Española de Asociaciones Provida alza la voz ante las manipulaciones y mentiras que se están realizando en torno al tema del aborto. Tanto el Ministro de Sanidad y Consumo, Bernard Soria, como la Ministra de Igualdad, Bibiana Aido, están faltando a la verdad de abrir un debate serio en torno al aborto cuando la comisión de expertos nombrada es totalmente partidista y todos ellos, en mayor o menor grado tienen vinculación económica o ideológica con el aborto. Por otro lado las comparecencias en la subcomisión no han sido expuestas en su totalidad a la opinión pública, no se le ha dado adecuada cobertura mediática, ni se ha permitido su seguimiento por radio o televisión.
Además, no se ha analizado seriamente cómo evitar el aborto que es una realidad que incluso sus partidarios han reconocido terrible para la mujer. De esta manera se está protegiendo y convirtiendo en interlocutores de peso a los responsables del negocio abortista que en ningún caso miran por la mujer y menos por sus hijos a quienes tratan como basura. En este sentido, no se han tomado las medidas oportunas para investigar los establecimientos donde se practican abortos ni siquiera cuando se han producido muertes de mujeres. Tampoco se han facilitado los recursos necesarios para que las mujeres denuncien las irregularidades y atropellos que muchas de ellas han sufrido en estos centros.
Por otro lado, sí se está poniendo mucho interés en ocultar la verdad de la ciencia sobre el ser humano y el comienzo de su existencia, la realidad de la crueldad del aborto y las profundas consecuencias negativas para la mujer. Consecuencias como el síndrome postaborto para el que no se está proporcionando ayuda necesaria. Tampoco se apoya a las mujeres embarazadas con problemas, ni se facilita la adopción, ni se valora la maternidad como riqueza personal y social.
Todo esto se sirve continuamente de un lenguaje engañoso y no acorde a la realidad legal como hablar de derecho cuando el código penal lo recoge como delito o hablar de libertad de la mujer cuando el aborto supone violencia física y psicológica con secuelas a veces irreversibles. Por todo ello, la Federación insta al gobierno a corregir todos los puntos mencionados y a proporcionar a la opinión pública los contenidos, imágenes y testimonios necesarios para conocer a fondo un problema tan serio como es el de la vida humana y su dignidad.