Lo más grave de un mal es no reconocerlo, tolerarlo, justificarlo o, peor aún, quererlo convertir en un bien, en un derecho. Hace 40 años que el aborto entró en España con máscara de excepción, de compasión y ayuda, entre mentiras e intereses y, de manera letal, ha ido empoderándose y destruyendo vidas, derechos y…